1. La forma de la pala
La forma define el tipo de juego y el tamaño/posición del punto dulce:
Redonda
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Punto dulce grande y centrado.
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Mucho control y facilidad para manejar la pala.
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Ideal para principiantes, jugadores defensivos o de control.
Lágrima / híbrida
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Punto dulce algo más alto que en la redonda.
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Mezcla de control y potencia.
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Muy buena opción polivalente para niveles intermedios.
Diamante
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Punto dulce más pequeño y alto.
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Más potencia en remates, pero menos perdón en errores.
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Recomendada para jugadores avanzados/agresivos.
2. El peso
El peso afecta directamente a la maniobrabilidad, la potencia y la fatiga del brazo:
Ligera (≈ 350–360 g)
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Muy rápida de mover, ideal para defensa y voleas.
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Menor carga en codo y hombro.
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Buena para jugadores nuevos, gente que juega mucho rato o con molestias.
Media (≈ 360–370 g)
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Punto medio entre potencia y manejo.
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Es el rango “estándar” para la mayoría de jugadores.
Pesada (≈ 370–380 g o más)
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Más inercia = más potencia si tienes técnica y fuerza.
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Puede cansar más y castigar articulaciones si no estás acostumbrado.
Rangos orientativos recomendados por tipo de jugador:
Hombres:
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👉 Rango recomendado: 365–380 g
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Dependiendo de físico, nivel y lesiones, la mayoría se siente cómoda ahí.
Mujeres:
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👉 Rango recomendado: 350–365 g
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Buen equilibrio entre maniobrabilidad y estabilidad sin sobrecargar brazo/hombro.
No es una norma rígida, pero sí una guía muy útil como punto de partida.
3. El núcleo
El núcleo es la goma interior de la pala (normalmente EVA o FOAM) y define el tacto y la salida de bola:
EVA Soft (blanda)
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Tacto cómodo y agradable.
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La bola sale fácil con poco esfuerzo.
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Más tolerante a errores y más amable con codo y hombro.
EVA Media / Dura
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Tacto más firme y seco.
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Más precisión y potencia cuando aceleras el brazo.
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Mejor para niveles intermedios/avanzados con buena técnica.
FOAM (muy blanda)
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Muchísima salida de bola con muy poco esfuerzo.
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Muy cómoda, pero suele ser menos duradera y algo menos estable en golpes muy fuertes.
4. La superficie (las caras)
La superficie es el material del plano de la pala y afecta a la rigidez, el control y la potencia:
Fibra de vidrio
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Más flexible y elástica.
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Sensación más suave, absorbe mejor el impacto.
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Ideal para comodidad, principiantes o jugadores que buscan más feeling.
Carbono (3K, 12K, etc.)
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Más rígido, estable y preciso.
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Mejor transmisión de potencia en golpes fuertes.
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Las distintas tramas (3K, 12K, 18K…) ajustan la dureza y la sensación.
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Requiere algo más de técnica y puede ser más exigente con el brazo.
Acabado rugoso vs liso
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Rugoso: ayuda a “morder” más la bola y generar efecto.
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Liso: tacto más limpio, sensación más directa.
5. El equilibrio (balance)
El equilibrio es dónde se concentra el peso de la pala:
Balance bajo (hacia el puño)
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Pala muy manejable y rápida.
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Más control y mayor comodidad para muñeca, codo y hombro.
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Ayuda especialmente en defensa y golpes de reacción.
Balance medio
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Compromiso entre control y potencia.
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Muy típico en palas polivalentes.
Balance alto (hacia la cabeza)
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Aporta más potencia en remates por efecto palanca.
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Menos manejable en defensa rápida y juego muy reactivo.
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Mejor para jugadores físicos y agresivos.
6. La dureza
La dureza es el resultado de la combinación de núcleo, caras y estructura, y se nota en la sensación de impacto:
Pala blanda
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Sensación de “catapulta”: la bola sale fácil.
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Muy cómoda y agradecida en defensa y globos.
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Menos precisa cuando le pegas muy fuerte; puede rebotar demasiado.
Pala dura
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Más precisión y control en golpes potentes.
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Mejor transmisión de potencia si tienes buena técnica.
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Menos confortable; si te pasas de dureza para tu nivel, puede aumentar el riesgo de molestias o lesiones.
7. El lugar donde juegas
El entorno (pista, altura, clima) también influye en cómo se siente la pala:
Tipo de pista
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Pistas lentas (mucha arena, césped gastado, bola se frena):
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Puede irte mejor una pala algo más viva o potente.
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Pistas rápidas (menos arena, bote alto):
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Compensa buscar más control y comodidad.
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Altura y clima (efecto en los materiales)
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A mayor altura, la bola suele volar más y botar más.
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El clima interactúa con los materiales de la pala (EVA, FOAM, resina, fibras):
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En climas fríos, los materiales se vuelven más rígidos:
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Una pala muy dura puede llegar a sentirse casi como cemento.
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Incluso palas más suaves se notan más duras de lo normal.
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En condiciones cálidas, la goma y las resinas se “ablandan” ligeramente:
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La pala suele sentirse más viva, con más salida y más cómoda.
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Bolas y temperatura
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Con frío y bolas pesadas → la pista se vuelve lenta: una pala algo más reactiva puede ayudar.
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Con calor y bolas muy vivas → ya hay mucha salida de bola, mejor priorizar control y estabilidad.
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